Él sabía la diferencia entre querer morir y no querer vivir. Lo malo es que nunca lo he vuelto a ver. Apenas lo acabo de encontrar en mi pasado: es la primera vez que lo recuerdo.
Cortaba frutas y les espolvoreaba arena. Tenía máscaras de tristeza. Y un vaso lleno de silencio.
Caracol.
martes, 30 de octubre de 2007
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