Llegó el día en que tuve que hablar por mi, defenderme, argumentar con pasión. Pero no dije nada. Daba lo mismo. Aquello no era real.
viernes, 17 de septiembre de 2010
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Llegó el día en que tuve que hablar por mi, defenderme, argumentar con pasión. Pero no dije nada. Daba lo mismo. Aquello no era real.
Publicado por gatos en 22:04
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