Los viernes se abre una puertecita en mi frente y salgo yo a caminar alrededor de mi cabeza. Cuando termina el sábado voy por el occipital. Pasa el domingo radiante y decadente y a la noche estoy de regreso en la puerta. Este fin de semana, de noche, he encontrado que dejé la puerta abierta. El viento suave la hacía mecerse...
viernes, 15 de julio de 2011
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