Entonces me bastaba llegar a mi casa
llovido, mojado
me bastaba un café, ropa seca, Sara Vaughan
sentarme en el suelo,
espalda contra la cama
y escuchar don’t blame me
y time after time
para sentirme enamorado,
no de alguien
sino solo enamorado
sin necesidad de vivir de veras
sin decepciones
ninguna alegría escandalosa
Ahora estoy constantemente inquieto
afligido, pensando,
encontrándola
Ahora pocas cosas me son suficientes
porque no quiero vivir menos
que en su agua inquieta
(estaba enamorado)
de ella
de las sombras en su cara
de caminar por calles solas anochecidas
y encontrar músicos desvelados
que nos miran pasar
y no tocan
de hallar comunidades de flores
arrancadas por ráfagas de trailers
aplastadas contra el cemento por la lluvia
y ella recoge una
y luego de que le he dicho
que se recuerda más plenamente con los olores
ella cierra los ojos
aspira el perfume sutil de la florecita
pequeño, incisivo
como fragmento de lágrima de vidrio
ella aspira tratando de fotografiar el momento
aspirando
en los pétalos
te espero
desamparado
me aspira
y no hay beso
porque no hay amor
flores de cocaína
pétalos de oropel
llovizna de neblina
navajas de papel
A la muerte se le ha caído una muela
pero creo que es un colmillo
un frontal
un diamante de hueso
lo encontré mientras recogías tu flor
Me aborrecerás
me hecharás en pelea
al menos enamorado de tus matones
y yo seguiré pensando desde el suelo
‘Jaqueline y su larga estela de enamorados...’
Que no llueva mañana
que la noche albina
se trague a un sol cansado
como un gordo indolente engulle
un huevo hervido
y que le caliente las entrañas
como a mi este café negro
sin crema ni azúcar
sin promesa ni desvelo