domingo, 25 de febrero de 2007

Domingo

Tengo lo básico: un plato mediano, frijoles, crema y una pasta que, me dijeron, es crema-queso.Y pan.El café humea mientras me espera.En el plato todo se va mezclando pero desapareciendo.Hay una alegría irracional que me intimida en esto de cenar. Desconfío. Para colmo de males, no se porqué, no uso el tenedor, las pastas se adhieren a los trozos de pan. El pan emite un sonido extraño cuando lo corto (¿o lo parto?).
Pronto pasaré al café.
Quizá, cuando el efecto de la cena pase, volveré al pánico. Es noche de domingo y eso es para morirse de miedo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las noches de domingo son decadentes, son ansiosas, son desvelos.

 
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