jueves, 30 de junio de 2011

y tu corazón, dulcemente envilecido

viernes, 24 de junio de 2011

Sonó tu celular. Lo cogistes y corristes hacia el fondo del pasillo. Escuché una discución. Regresastes sonriendo y caminando con mucha gracia, te volvistes a sentar junto a mi y te tomastes media cerveza de un trago. Te mandó un mensaje, lo contestaste. Tu celular sonó otra vez y yo pensé ♫Another one bites the dust♪

lunes, 20 de junio de 2011

La iba a escribir de mi puño y letra, en la tinta azul de aquel lapicero que se manchó de rojo cuando armados de brochas pintarrajeamos las paredes de la casa. La iba a doblar dos veces y meterla en uno de los sobres que compré en aquel tiempo cuando aún no nos teníamos tanta confianza y quería transmitirte mis pensamientos sin la ofuscación de tu gracia.

No lo hagas. Solo garabatearás una retahíla de cursilerías y de cosas que ya se saben, que ya dijistes y cuya réplica se sobreentiende.

Una carta que no valdría la pena salvar de debajo de una cerveza sudorosa.

domingo, 19 de junio de 2011

"There's final hits and final hits. What kind was this to be?"

Renton
Trainspotting

lunes, 13 de junio de 2011

-¡Loco de mierda!-le gritó desde arriba
-¡Yo me quedo con la locura y vos quedate con la mierda!

domingo, 12 de junio de 2011

Puedo sentir mis alas, puedo sentir mis putas alas...

viernes, 10 de junio de 2011

Una velada, jolgorio con entremeses y alcohol. Lo normal. Además no nos desvelamos. Cada uno llegó a su casa, calculo, antes de las diez y media. J tiene una abertura de ventilación en el techo de su carro. Lo lleva abierto ahorita precisamente que llovizna. A mi realmente no me importa, siento fresco. Y más que eso pregunto si se puede sacar la cabeza por ahí, a lo cual se me ha dado un respuesta afirmativa y yo refresco la cara en el aire de la noche, en el viento de la velocidad del carro. Voy progresando porque esta vez no grité, como en otras ocasiones. Las curvas son cerradas luego de sobrepasar el puente. Hay una división de cemento en medio de la carretera, sobre esta hay postes para las lámparas amarillas. Las líneas de división punteadas de cada carril. La carretera negra y la llovizna siempre presente. Vamos sobre nuestro carril, deslizándonos hacia donde sea. Lo que sea

Me dijo que a travéz del celular yo le estaba poniendo una serenata.
-¿Ah?¿Como asi?-le pregunté.
-¡Ay, vieras como se oyen los pajaritos!-me respondió.
Eso era.

martes, 7 de junio de 2011

Las mujeres te piden el alma. Eso es mucho pedir.

 
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