lunes, 26 de enero de 2009

Monumento al espíritu guerrillero

La estrella es roja por la sangre del hombre y de la mujer que cayeron con las armas en la mano. Yo se que son pocos, algunos o muchos. En todo caso nunca detentarían el poder político, nunca mentirían, ni serían astutos sino solo para el combate. Yo los imagino y estoy seguro que existieron. Un homenaje a el guerrillero y a la guerrillera desconocidos.

domingo, 25 de enero de 2009

Rata

Él iba a mover la refrigeradora. Yo tenía que esperar y en el momento preciso... dar el escobazo. Sí cumplí mi parte. Pero esperaba, o deseaba, que muriera de un ligero empujón con la escoba el cual, únicamente, la hizo retroceder. Se quedó en una esquina y le ví los ojos. De verdad que era grande. Corrió otra vez a la refrigeradora, hizo una maniobra que no debió y él dijo "ya la agarré, aqui la tengo" y no le quitaba el zapato de encima.
Yo me pregunto ¿qué va a ser de mi salud mental si ni siquiera puedo matar una simple rata?

Carlos Martínez Rivas

Yo no sé que de bohemio o de inspirador tiene la vida o la muerte de este hombre. No creo que toda la poesía ni toda la adulación post mortem valga la forma en que dejó de vivir. ¡¡¡Que muerte más horrible!!!, cuando veo los detalles de su fallecimiento, las condiciones en que dejó este prostituto mundo, me dan ganas de quemar los pocos libros de poesía que tengo, y maldecirlos.
Si quieren lo van a desenterrar, se toman un foto sourvenir con el cadáver, van a presumirla al bar de gente bien más cercano, se ponen un gran verguera y tratan de escribir "poesía". Claro que será poesía "ligth". Y aunque fuera de la "heavy", habría que hechar el agua del inodoro.

Hay basura, de plano.

jueves, 22 de enero de 2009

"-Does it depress you, Commissioner? To know just how alone you really are?"






The Joker, en Batman, The Dark Knight

jueves, 15 de enero de 2009

Novedades

Tengo que empezar a hacerme una vida: he tenido pesadillas las dos noches anteriores y hoy estoy que me muero de entusiasmo por irme a dormir.

miércoles, 14 de enero de 2009

Nadie lo sabrá

Me regreso de dar una vuelta por la ciudad algo sorprendido de las tristezas que pesqué. Lo inesperado es que no son mías, son de Santa Ana. De ella. Santa Ana, algo que es casi nada. Muy pequeña, este pueblón grande. Donde todo debería ser calles de carnaval, euforia y alegrías pasajeras solo es silencio, puertas cerradas y abandono hostil. No tiene utilidad alguna, hay que dinamitar esa catedral, volver a los cerros y vivir fiestas con los árboles. Un vehículo pasó junto a mi, el motor era bullicioso en extremo. Era un modelo de colección, fabricado en los años cincuenta, lo he visto antes estacionado en alguna parte. ¿Lo conducía alguien? Yo creo que si. Supuse una silueta tras el volante. El carro desapareció al llegar al parque, ya no hubo ningún otro sonido. Ni siquiera mis pasos, porque el oido se acostumbra a los rumores continuos. Me podría sentar en una banca y esperar a que amanezca, sin embargo estoy seguro que ocurriría algo, cualquier cosa y no el alba. Una bifurcación hacia otra oscuridad sin salida, hacia la melancolía permanente, hacia algún purgatorio personal. Me pregunto que hay en los últimos pisos de ese viejo edificio. Las veces que paso cerca me quedo de pie en la acera, alzo la vista y solo descubro ventanas cerradas, sucias. Me perturba que pueda existir algo asi. Me perturba más el hecho de que no lo puedo olvidar ni sacarmelo de la mente. Ya no hay buses a esta hora o están pasando los últimos del día. Creo que esperaré uno debajo de esta farola macilenta.

En la escuela -- Día Uno -- Lección Primera

martes, 13 de enero de 2009

Dentro de la cáscara hay....

...una cosa que aún me mueve: el trash metal de Kreator.

Lo demás es puro terror. El afuera.

viernes, 2 de enero de 2009

Me detengo donde la acera está quebrada. Le faltan incluso algunos ladrillos, las puntas de mis zapatos se asoman por el borde de este cráter enano. La gente se pregunta que es lo que miro. Algunos se cambian de lado y siguen caminando. A mi la verdad ver semejantes desperfectos me pone nostalgico, me sugiere una fantasía donde acaece un evento desastroso y deja destruída y sin habitantes la ciudad. Una cosa asi equipararía la soledad interior con la desolación exterior. Pienso en un planeta con menos gente y más vacío.
No me guardes rencor, traseúnte.

 
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