domingo, 16 de mayo de 2010

Me dijeron que sólo debía de leer libros delgados y comunes.
Me dijeron que el otro lado de la música era una posición inmoral y una determinación ingrata.
Me dijeron que era humano pero no me dejaron ser humano.

Yo les di potestad sobre mí y ahora se han ido o tienen los oídos sordos o no se acuerdan.

Hablaban sublimemente del espíritu pero manifestarlo en mi significaba escarnio, violencia y locura.

Y se enorgullecían ellos de su sentido práctico y hablaban una cosa y practicaban otra.

Me dijeron que mis maestros eran hombres y mujeres, pero no lo eran quienes no son como yo.
Me dijeron "esto es superior", "esto es inferior" y una pequeña y concentrada amargura aparecía en mi alma infantil.

Aprendí a despreciarlos y ni yo mismo lo sabía.

Y me obligaron a ver las cosas como ellos querían, me hechaban sal en los ojos o me los vendaban o me forzaron a confesar una mentira y negar la obvia realidad.

Me dijeron que yo era un ciudadano.

Y si masticaba la hoja, me hacían escupirla y me azotaban, pero estaba bien comer un animal que pude haber acariciado. Sus dulces ojos.

¿Porqué me has arrojado a este infierno?

Ahórrame semejante compañía.

Espero irme y no regresar jamás. Sabio Demón ¡Cuán sabio eras!

No hay comentarios:

 
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 License.