lunes, 4 de julio de 2011

Carta

Me pregunto hasta donde va a llegar esta inercia. Porque no es fuerza de voluntad, es pura inercia. Así es como logro mis objetivos, adhiriendo mis propósitos a mi rutina. Esa máquina descalibrada de eterno movimiento.
Yo no me voy a olvidar de ti, el olvido es un cliché. También puedo decir que no olvidaré para no perdonar. Que eres una lección de vida, etcétera. Pero no lo haré por la sencilla y única razón de que estoy profunda y completamente enamorado de ti. He sentido esa alegría etérea e incombatible acorralarme y reducirme a esta emoción esencial, aún en medio de los momentos en que recién renuevo mi resolución de no regresar. Así de ingobernable es. No se si hago lo correcto, lo que si se es que hago lo que me conviene y he aqui mi bajeza. ¿Verdad que sería mas romántico seguir la luz como pequeño insecto hipnotizado y llegar a consumirse en su calor? Tal como lo han hecho todos tus otros tontos. Para mi mérito o escarnio es ahi donde yo quedo solo. Nunca realmente me importó estar solo. Esa fue la pieza que le faltó a tu castillo de naipes: creístes que era un hombre, pero yo soy un animal racional y tu trampa es para seres civilizados.¿Ya ves que pronto he enseñado los dientes? Y si bramaba y ladraba y aúllaba ante cualquiera de tus salvajes caprichos, entonces lo que hacias era dejarme, levantarte e irte porque eras demasiado poderosa para unas pobres garras afiladas.
Yo que fui el que se acercó menos a tí, también fuí el que mejor o el único que pudo ver el espectáculo de tu diferencia. Así es. Eres una de nosotros. Aunque tengas la carne y la sangre de ellos, eres una de nosotros. Aunque creas que estas sola, eres una de nosotros.

No hay comentarios:

 
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 License.