lunes, 25 de junio de 2007

Revelaciones

Si entras de lleno en las relaciones te das cuenta que son regidas por efectos y causas parecidas a las que existen en una mesa de billar. Solo quien es experto hace que ocurra lo que quiere.

Esta perspectiva se adquiere desde afuera, vaya que he estado afuera y evalúo la posibilidad de volver a estarlo.

Adicionalmente a la proposición inicial agrego que además de la ley del rebote, en la mesa de billar, impera a la par otra: la afinidad entre los objetos.

Al final terminas emborrachándote a dúo, en 138, con quien tiene madera de amigo.

2 comentarios:

Andromeda dijo...

Es una pena que tampoco sepa jugar billar...

gatos dijo...

Creo que siempre se puede hallar un juego para uno.

Saludos.

 
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