sábado, 25 de agosto de 2007

Primero fue el huevo

Yo sabia que era muy probable que pasara. No es que me esté quejando, pero ¡que incomodidad! Entonces ¿que pasa? ¿Lo ignoro? ¿me resigno a sufrirlo?
Claro, todo lo anterior lo tengo que hacer, de todos modos el error ya se cometió.

Eso es.

Lo que trato de hacer es disociar ciertas causas de sus respectivas consecuencias. Como se ve es una tarea tonta, sin sentido, casi necia. Terca. Espíritu de contradicción. Rebeldía poética.

Pero visto desde cierto ángulo me siento como una especie de héroe trágico, o por lo menos condenado a un penitencia desproporcional a la falta o ingrata al noble móvil.

Cientos de miles: yo conozco el juego de palabras y las falacias de todas sus fábulas y moralinas. Yo se que un instante de mi libertad equivale a muchos de sus domingos de confort. A mi no me asustan ni me domestican con sus historias de viejas. Me daré el lujo de mirarla a los ojos, cuando venga por mi y no seré el primero ni el último que os desafíe y triunfe.

No hay comentarios:

 
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 License.