lunes, 6 de octubre de 2008

¿Tzi socialista?

Logró vendernos un CD artesanal en cinco dólares. Lo veníamos escuchando en el carro y también nos consolaba la buena intención que nos guió. Porque la música era, pues... de ambiente de restaorante.
Bastante simple: arreglos en teclado y voz. Igual de simple el trato, treinta centavos por canción, quince para el cantante(el que hizo negocio con nosotros) y quince para el tecladista.
Logré un viaje empalagoso a mi niñez y adolescencia rebalsadas de música más bien propia de adultos aburridos y de libros malos, mediocres, a los cuales les guardo un resentimiento feroz.

Eso me pasa por andarme metiendo en lugares con estatus, no debería yo de pasar de pupuserías y puestos de tortas mexicanas. No es que yo no sea capaz de sentir lástima pero hubiera preferido no tener esta experiencia. La rebusca de la gente por el sobrevivir es real y casi propia.

Para sublimar el hecho me voy a recordar de Levin, de Ana Karenina. A ver: Que a los campesinos de las tierras que le pertenecían no mandaban a sus hijos a las escuelas que él había construído porque no veían ningún valor ni provecho en ello. Que preferían que los acompañaran a trabajar. Que lo que de verdad deseaban los campesinos era saber que su trabajo era suficiente para brindarles una vida digna y con todo lo necesario. Sentir que através de la actividad del trabajo conseguían por ellos mismos procurarse las cosas básicas de la vida, entre ellas, por ejemplo, educación para sus hijos, podría ser...

Pero no, Tzi, antes que cualquier cosa, no es socialista, es la encarnación.

No hay comentarios:

 
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 License.