martes, 9 de octubre de 2007

Va caminando de puntillas en la oscuridad. Usa gafas de lentes gruesos, traje gris de corbatín azul, pelo envaselinado con camino a la derecha. Piensa que si se mantiene caminando sigiloso, casi sin respirar, agachado, todo irá bien y podrá salir sin que lo descubran.
Pero el reflector es golpeado por el fuerte voltaje y el cono de luz lo busca, lo encuentra. Ese instante de quietud enmedio de la violencia. Cara a cara.
Inmóvil, cualquiera diría que la luz lo ha congelado. Alguien habla por un altavoz. Son palabras autoritarias, amenazadoras. Él continúa sin poder tener siquiera un pensamiento completo.
Se le ha ordenado ya dos veces. La verdad es que él ya no quiere regresar. Por eso la tercera vez va seguida de una descarga de metralleta que resplandece desde una atalaya que vuelve a las sombras antes de que el eco se difumine.
Llegan dos guardias a retirar el cuerpo y se apaga el reflector.

No hay comentarios:

 
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 License.